Hace pocos días, hemos recibimos de nuestro anterior Cura Párroco D. José Diego Román Fernández, un correo electrónico, en el cual, nos envía varias fotos y la carta mensual, que transcribimos a continuación, para que compartamos junto a él la misión que el Señor le ha encomendado, sin duda desde el Blog de la Hermandad de Ntra. Sra. del Valle y San Cristóbal Mártir, Patrón de Burguillos, se lo agradecemos, deseándole que en su misión de Perú, la palabra de Dios y la solidaridad de todos llegue a ellos.
CARTA MENSUAL DESDE LA MISIÓN DE MOYOBAMBA EN PERÚ.
ENERO DEL 2011
Hola a todos:
Puntual a nuestra cita, os comento las cosas acaecidas durante este mes aquí en la misión. Cuando me pongo a escribir esta carta he recibido la noticia del fallecimiento de un misionero de Sevilla, concretamente el sacerdote misionero se llamaba José Gavilán, estaba aquí en el Perú, concretamente en Huacho, aunque no tuve el gusto de conocerlo en vida, les ruego una oración por este misionero, que ya ha pasado a la casa del padre, después de una larga enfermedad.
Pues nada, primero que nada destacar que han sido las primeras navidades que he pasado lejos de casa, pero como lo hacemos por el Señor, aunque claro está echas de menos a la familia, pero Dios también te da gran consuelo y paz, y como ahora con las tecnologías, nos vemos y hablamos aunque esté en la otra parte del mundo, se hace todo mucho más llevadero.
He ido a varias comunidades en este mes, ya se nota que estoy más ligero, pues he perdido algunos kilos, y aunque todavía no esté en forma, pero se va notando las caminatas para llegar a los sitios a celebrar la Eucaristía, que a la mayoría que voy, no iba el sacerdote desde hace un año, y ellos se mantienen haciendo su liturgia de la palabra. Es increíble como por ejemplo en España, la gente tiene la Eucaristía y los medios para ir, pero no van y aquí no pueden, y por eso muchos de ellos se van a las sectas porque oyen hablar de Dios. También me he vuelto a montar en mula, yo le llamo mi Toyota, pues aquí vas en coche hasta un punto, ya de ahí el coche no puede pasar, pues empieza a caminar y algunas veces al ver que eres el padrecito, pero sobre todo que ven que vas que no puedes más te ofrecen la mula, y te monta, esta vez tenía los estribos demasiado altos, bueno a la medida de la gente de aquí, y terminé con un dolor de rodillas horroroso.
Aquí ahora es verano, y los niños están de vacaciones Enero y Febrero, por eso al final de Diciembre colaboré con un campamento de jóvenes que hacían, justamente en un territorio de mi parroquia, y muy bien la verdad, unos jóvenes muy comprometidos, me gustó mucho y ya estoy colaborando con los sacerdotes que llevan el tema de los jóvenes, que aquí se les llama Juventud Misionera.
Aquí la Seguridad Social no existe, si vas a un hospital tienes que pagar, y te encuentras con situaciones que la gente literalmente se muere porque no tiene dinero para las medicinas ni tratamientos, he podido ayudar en algunos casos, pero otros son casi imposibles.
Otra cosa que no deja de ser curiosa, hace poco hice un funeral en la capilla del cementerio, y había uno tomando fotos al funeral, nunca me había ocurrido, y además acompañé al féretro hasta el nicho, cosa que casi nunca había hecho y aquí es normal, bueno como era en la tierra, uno de los dolientes estuvo apunto de caerse antes que el ataúd, no me reí, me reí después contándolo.
El día de Navidad, también celebré la Misa del Gallo, un poco más temprano, pues aquí el tiempo lo marca cuando sale y se pone el sol, y muy bien, comprendí que en esta parte del mundo, en el altar que estaba celebrando, también nacía Jesús, de igual forma de cómo lo había celebrado los años anteriores, se dieron algunos dulces y chocolate, a los que van a misa estos días. Es curioso, el día de Reyes no se celebra, incluso el día de la Epifanía del Señor no es precepto ni festivo, la gente trabaja, y ni mucho menos hay cabalgata de Reyes.
También a principios de Enero, los sacerdotes tuvimos nuestros Ejercicios Espirituales, aquí en la ciudad de Moyobamba, que los predicó otro misionero el padre Manuel Mellado, y muy bien estuvimos una semana en el seminario, pues lo mejor que puede hacer un sacerdote o cualquier seglar, cuando hace EE., rezar y estar en contacto con Dios, más que naturalmente los días en que tenemos que hacer mil historias.
Quería aprovechas para dar las gracias a los donativos que voy recibiendo, pues con ellos se ha amueblado la casa muy sencilla para vivir, dónde pronto ya voy a estar en Jepelacio. También he comprado y así he colaborado con las religiosas contemplativas que son las Oblatas de Cristo Sacerdote, objetos y ropas litúrgicas, porque apenas había. Aquí como las distancias son tan largas y el coche funciona con gasolina, pues también se ha pagado, he colaborado con llevar varias personas al hospital pues no tenían medios para ello y algunas cosas más, todo esto también contando con el dinero que tanto las parroquias de Las Cabezas de San Juan, como la de Burguillos, me proporcionaron antes de irme. Y porque quiero que también seáis misioneros cada uno desde dónde se encuentre os repito el número de cuenta de la Caixa, que como ya os dije mi hermana Luisa, que su teléfono es el 625571872, porque si queréis poneros en contacto con ella para donar algún dinero o lo hacéis directamente a este número de cuenta: 2100-2618-53-0110189756, está a mi nombre José Diego Román Fernández, y el concepto ponéis misiones Moyobamba, y así miro por vuestra salvación, pues son los pobres de esta parte del mundo lo que lo solicitan. Tengo todas las facturas para cuando vaya a España, presentarlas por si alguno de vosotros las queréis, o las presento y colaboráis con lo que buenamente pueda cada uno, pues el dinero llega íntegro. Vamos cada uno que de lo que buenamente pueda y si puede, si no que rece por la misión para que llegue el Amor de Jesucristo a los corazones de tantos necesitados como hay por aquí.
Pues nada más amigos, me despido de ustedes, que Diosito os bendiga (Cómo dicen por aquí) hasta el mes que viene, que traeremos más noticias de la misión, pues aquí ningún día es igual, todos los días te pasan situaciones nuevas, que las voy reflejando en un diario.
Unidos en la oración a los Sagrados Corazones de Jesús y de María.
José Diego Román Fernández, sacerdote diocesano de Sevilla, en la misión de Moyobamba en Perú.
CARTA MENSUAL DESDE LA MISIÓN DE MOYOBAMBA EN PERÚ.
ENERO DEL 2011
Hola a todos:
Puntual a nuestra cita, os comento las cosas acaecidas durante este mes aquí en la misión. Cuando me pongo a escribir esta carta he recibido la noticia del fallecimiento de un misionero de Sevilla, concretamente el sacerdote misionero se llamaba José Gavilán, estaba aquí en el Perú, concretamente en Huacho, aunque no tuve el gusto de conocerlo en vida, les ruego una oración por este misionero, que ya ha pasado a la casa del padre, después de una larga enfermedad.
Pues nada, primero que nada destacar que han sido las primeras navidades que he pasado lejos de casa, pero como lo hacemos por el Señor, aunque claro está echas de menos a la familia, pero Dios también te da gran consuelo y paz, y como ahora con las tecnologías, nos vemos y hablamos aunque esté en la otra parte del mundo, se hace todo mucho más llevadero.
He ido a varias comunidades en este mes, ya se nota que estoy más ligero, pues he perdido algunos kilos, y aunque todavía no esté en forma, pero se va notando las caminatas para llegar a los sitios a celebrar la Eucaristía, que a la mayoría que voy, no iba el sacerdote desde hace un año, y ellos se mantienen haciendo su liturgia de la palabra. Es increíble como por ejemplo en España, la gente tiene la Eucaristía y los medios para ir, pero no van y aquí no pueden, y por eso muchos de ellos se van a las sectas porque oyen hablar de Dios. También me he vuelto a montar en mula, yo le llamo mi Toyota, pues aquí vas en coche hasta un punto, ya de ahí el coche no puede pasar, pues empieza a caminar y algunas veces al ver que eres el padrecito, pero sobre todo que ven que vas que no puedes más te ofrecen la mula, y te monta, esta vez tenía los estribos demasiado altos, bueno a la medida de la gente de aquí, y terminé con un dolor de rodillas horroroso.
Aquí ahora es verano, y los niños están de vacaciones Enero y Febrero, por eso al final de Diciembre colaboré con un campamento de jóvenes que hacían, justamente en un territorio de mi parroquia, y muy bien la verdad, unos jóvenes muy comprometidos, me gustó mucho y ya estoy colaborando con los sacerdotes que llevan el tema de los jóvenes, que aquí se les llama Juventud Misionera.
Aquí la Seguridad Social no existe, si vas a un hospital tienes que pagar, y te encuentras con situaciones que la gente literalmente se muere porque no tiene dinero para las medicinas ni tratamientos, he podido ayudar en algunos casos, pero otros son casi imposibles.
Otra cosa que no deja de ser curiosa, hace poco hice un funeral en la capilla del cementerio, y había uno tomando fotos al funeral, nunca me había ocurrido, y además acompañé al féretro hasta el nicho, cosa que casi nunca había hecho y aquí es normal, bueno como era en la tierra, uno de los dolientes estuvo apunto de caerse antes que el ataúd, no me reí, me reí después contándolo.
El día de Navidad, también celebré la Misa del Gallo, un poco más temprano, pues aquí el tiempo lo marca cuando sale y se pone el sol, y muy bien, comprendí que en esta parte del mundo, en el altar que estaba celebrando, también nacía Jesús, de igual forma de cómo lo había celebrado los años anteriores, se dieron algunos dulces y chocolate, a los que van a misa estos días. Es curioso, el día de Reyes no se celebra, incluso el día de la Epifanía del Señor no es precepto ni festivo, la gente trabaja, y ni mucho menos hay cabalgata de Reyes.
También a principios de Enero, los sacerdotes tuvimos nuestros Ejercicios Espirituales, aquí en la ciudad de Moyobamba, que los predicó otro misionero el padre Manuel Mellado, y muy bien estuvimos una semana en el seminario, pues lo mejor que puede hacer un sacerdote o cualquier seglar, cuando hace EE., rezar y estar en contacto con Dios, más que naturalmente los días en que tenemos que hacer mil historias.
Quería aprovechas para dar las gracias a los donativos que voy recibiendo, pues con ellos se ha amueblado la casa muy sencilla para vivir, dónde pronto ya voy a estar en Jepelacio. También he comprado y así he colaborado con las religiosas contemplativas que son las Oblatas de Cristo Sacerdote, objetos y ropas litúrgicas, porque apenas había. Aquí como las distancias son tan largas y el coche funciona con gasolina, pues también se ha pagado, he colaborado con llevar varias personas al hospital pues no tenían medios para ello y algunas cosas más, todo esto también contando con el dinero que tanto las parroquias de Las Cabezas de San Juan, como la de Burguillos, me proporcionaron antes de irme. Y porque quiero que también seáis misioneros cada uno desde dónde se encuentre os repito el número de cuenta de la Caixa, que como ya os dije mi hermana Luisa, que su teléfono es el 625571872, porque si queréis poneros en contacto con ella para donar algún dinero o lo hacéis directamente a este número de cuenta: 2100-2618-53-0110189756, está a mi nombre José Diego Román Fernández, y el concepto ponéis misiones Moyobamba, y así miro por vuestra salvación, pues son los pobres de esta parte del mundo lo que lo solicitan. Tengo todas las facturas para cuando vaya a España, presentarlas por si alguno de vosotros las queréis, o las presento y colaboráis con lo que buenamente pueda cada uno, pues el dinero llega íntegro. Vamos cada uno que de lo que buenamente pueda y si puede, si no que rece por la misión para que llegue el Amor de Jesucristo a los corazones de tantos necesitados como hay por aquí.
Pues nada más amigos, me despido de ustedes, que Diosito os bendiga (Cómo dicen por aquí) hasta el mes que viene, que traeremos más noticias de la misión, pues aquí ningún día es igual, todos los días te pasan situaciones nuevas, que las voy reflejando en un diario.
Unidos en la oración a los Sagrados Corazones de Jesús y de María.
José Diego Román Fernández, sacerdote diocesano de Sevilla, en la misión de Moyobamba en Perú.
