sábado, 11 de junio de 2011

Carta desde Perú de D. José Diego Román Fernández
































El pasado lunes, recibimos de nuestro anterior cura párroco D. José Diego Román Fernández, la habitual carta desde la misión de Moyabamba en Perú, la cual, esperamos con interés todos los asiduos a este Blog. En este mes de junio, dedicado al Sagrado Corazón de Jesús y previo a las Fiestas Patronales de San Cristóbal Mártir, vemos como nuestro anterior director espiritual acerca la palabra de Dios a las comunidades mas lejanas y donde, según nos narra, le cuesta un esfuerzo supremo llegara través de la selva. Aunque ese cansancio se ve recompensado por las familias y los niños que lo aguardan impaciente. Desde aquí le damos las gracias por enviarnos su carta mensual y le animamos, puesto que al parecer se va a hacer ha hacer un experto jinete, aunque principalmente le agradecemos la labor que allí realiza, deseándole que continúe haciendo llegar la palabra del Señor a nuestros hermanos de Sudamérica.

CARTA MENSUAL DESDE LA MISIÓN DE MOYOBAMBA EN PERÚ
JUNIO DEL 2011

Hola a Todos:
En este mes de Junio dedicado tradicionalmente por la Iglesia al Sagrado Corazón de Jesús, en el cual recordamos como Cristo nos amó con corazón de hombre, y el culto que le debemos de tener al Sagrado Corazón de Jesús, es para que todo el mundo se acerque, para recibir su Redención, tener un corazón con esas ansias redentoras del Corazón de Cristo en nosotros, esa es la verdadera espiritualidad del Corazón de Cristo, tener un corazón semejante al suyo y que la gente se acerque cada vez más a su Redención. Es bueno que la Iglesia nos lo recuerde y que hagamos las prácticas devocionales al Sagrado Corazón de Jesús, siempre con este espíritu de Redención, como el de Cristo.
Durante este mes sobre todo en una comunidad que todavía no había estado, al igual que otras pues son más de sesenta, es casi una fiesta para los católicos pues va el padrecito, a esta comunidad exactamente haría unos tres años que no iba el sacerdote, y tuve siete bautizos, y ya casi dejé a algunas parejas que están conviviendo, que reciban las catequesis oportunas, para recibir el Sacramento del Matrimonio. Como nota curiosa de estos bautismos, es que cuatro eran de la misma familia, y los siete tuvieron la misma madrina, era una señora de la comunidad que mantiene la Fe en ese pueblo, pues lo cierto es que no sabes como llegan allí las sectas, ven que no hay sacerdotes y se instalan allí, y en otras comunidades dónde no hay responsables de la Iglesia Católica.
También he ido a una de las comunidades más lejanas, y la lluvia y el barro, fueron malos aliados para la caminata que serían unas cuatro horas, y también esto hizo que pasara campo a través por medio de la selva, los paisajes preciosos, pero el esfuerzo también tenía que ser supremo, pues ellos están acostumbrados ya que viven en esas condiciones, pero uno que no está acostumbrando, y la verdad es que tienes que invocar a todos los santos del cielo. Aunque me dejaron un burro, para subir las cuestas y que descansara un poco, pero fue curioso porque el burro, fue más burro que nunca ya que no estaba acostumbrado a coger tanto peso conmigo que casi se negaba a caminar, pero bueno poco a poco fue caminando hasta un punto dónde había quedado para si llegaba a tiempo decir una Eucaristía en otra de las comunidades, pero ni mucho menos pudo ser, pues llegué muy tarde y la gente ya se había ido, bueno rescatamos algunos e hicimos una liturgia de la Palabra, para bendecir algunas cosas que me trajeron, con un catequista que me acompañaba en esta salida, nos quedamos en la casa de una familia, para dormir un poco, pues era un Sábado y al día siguiente tenía las tres misas Dominicales que hago normalmente en mis comunidades, así que a eso de las cuatro de la mañana nos levantamos para empezar a caminar con nuestras linternas, para llegar a tiempo para presidir las Eucaristías. Aparentemente puede ser un gran esfuerzo, que no estaba acostumbrado a caminar, sí y es cierto, aunque poco a poco me haya acostumbrado pero no deja de ser un esfuerzo, que muchas veces hay que parar, pero que todo el cansancio se te quita cuando llegas a la comunidad, y ver todos esos niños que te esperan que le han dicho que va a venir el padrecito, esos padres que por fin van a poder bautizar a sus niños, esos adultos que hace tanto tiempo que no se pueden confesar, para mí todas estas cosas son una gran lección de valorar las cosas de Dios que esta buena gente me enseña en el día a día cuando estoy con ellos.
También me ha dado tiempo de hacer algunas excursiones con jóvenes de la parroquia y poder apreciar algunas obras de la creación de Dios increíbles, sobre todo algunas cascadas que me han llevado. También con la ayuda de algunos profesores de Religión vamos a organizar un campamento para los jóvenes, como los que he hecho varias veces con los del Apostolado de la Oración.
Ahora que pronto llega el verano y las vacaciones para muchos en España, os propongo que si queréis podéis venir a vivir una experiencia misionera, os garantizo que no os arrepentiréis y que desde luego os servirá para valorarla en toda vuestra vida, seáis jóvenes, adultos, novios, matrimonios, sacerdotes, religiosos, seglares…, estar por aquí un mes o según pueda cada uno, pues trabajo no va a faltar, y es muy fácil el viaje, desde Madrid a Lima, y Lima a Tarapoto y ya yo iría al aeropuerto por el que viniera y le daría su plan de trabajo, si alguno está interesado que se ponga en contacto conmigo vía e-mail, escribiendo a: dromanf26@hotmail.com, y ya os diría los detalles de la experiencia misionera en lo que consistiría. Pues nada ánimo a todos y os espero por aquí, en esta que también sería vuestra casa para el que viniere.
Espero que durante este mes dedicado al Sagrado Corazón de Jesús, vayamos creciendo más todos al amor de Cristo en nuestros corazones para darlo a los demás.

Unidos en la oración a los Sagrados Corazones de Jesús y de María.


José Diego Román Fernández, Sacerdote-Misionero, en la Misión de Moyobamba en Perú de la Diócesis de Sevilla.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Por fin la carta de Don Diego, me encanta leerla.

Anónimo dijo...

D. Diego he leido su carta y me ha gustado mucho, todos los meses la leo. Me encantaría poder ir de misiones con usted lo mismo que fui a Tierra Santa el año pasado. No se nos quita a ninguno del pensamiento. Un saludo.

Gracia Rosado dijo...

Hola Diego. Decirte que es admirable el trabajo que realizas en sudamerica. Tus cartas son muy bonitas y nos sirven a todos para conocer un poco más de esos países tan lejanos. Desde aquí, tu casa, quiero desearte mucha suerte, mucho ánimo (para los momentos difíciles) y mucha fé en Dios para hacer lo que haces. Espero que te encuentres bien y que disfrutes con el trabajo que realizas. Besos